3 jun 2013

CSI-F denuncia las trabas de la Agencia Tributaria en la declaración presencial de la renta

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) denunció hoy que las modificaciones introducidas por la Administración en el régimen de citas previas para la Declaración de la Renta, tanto en el perfil de las rentas como la reducción en dos semanas de la campaña, van dirigidas a entorpecer y desfavorecer las declaraciones presenciales en favor de Internet.

CSI-F considera que la Agencia Tributaria pretende poner fin a un servicio público de calidad prestado desde hace más de veinte años, máxime teniendo en cuenta que no todo el mundo tiene ordenador o acceso a internet. Según datos de Hacienda, en 2012 se presentaron 3,9 millones declaraciones a través de Internet, de un total de 8,9 millones. Es decir, más del 60 por ciento de los contribuyentes hace su declaración de la renta por otras vías que no son telemáticas.

En este sentido, CSI-F denuncia las quejas constantes de ciudadanos al Tribunal de Defensa del Contribuyente sobre el programa de citas presenciales.

Las alternativas para pedir cita pasan por Internet, a través de la página web de la Agencia, o bien por teléfono. Pues bien, en el caso de Internet, especialmente cuando se pide la solicitud para las grandes ciudades, es el mismo programa el que dice que no hay días disponibles o quedan muy pocos días. Aunque la Agencia Tributaria abra más citas posteriormente, el ciudadano que ya utilizó este sistema sigue pensando que no quedan días libres para toda la campaña.

En el caso del servicio de cita telefónica, se da la circunstancia de que no es gratuito y la tarea es ardua. Una vez conseguido que se atienda el teléfono, obtener cita para el día que interesa también es complicado pues aparece el mensaje de que no hay citas disponibles cuando no es así.

La explicación es que normalmente en las delegaciones y administraciones se abren las citas como mucho por semanas, y lo normal es que no se den más allá de tres días. Esto no quiere decir que estén todas las horas ocupadas, sino que no se ha abierto el día y por tanto que no se pueden dar, lo que obliga al contribuyente a comenzar el proceso para que nuevamente se le descuelgue el teléfono y coincida que el día que le interesa está disponible. La demanda es tal que en muchas ocasiones el ciudadano tiene que solicitar permisos laborales para acudir físicamente a la cita. No obstante, como surja un contratiempo que le impida asistir, la Administración apercibirá al infractor con un mensaje en el que se le dirá que como no llamó para anularla no podrá pedir otra en esta campaña.

Además, la calidad de la declaración no es igual si se hace por un particular, desconocedor de las peculiaridades del impuesto, o por personal cualificado empleados públicos de la Agencia Tributaria. Y así observamos errores frecuentes y con graves consecuencias para el administrado por puro desconocimiento. Por ejemplo, en caso de separación o divorcio, se suele confundir la pensión compensatoria a favor del cónyuge con la de alimentos a favor de los hijos; o se desconoce qué hacer en caso de una ampliación de hipoteca, motivada normalmente no por la adquisición de vivienda sino motivada por la situación de necesidad de las familias y que no supone cantidades deducibles por el importe ampliado